La tarifa de electricidad ha cambiado y hay que tener mucho cuidado con el consumo pasivo ya que el precio de las facturas podría aumentar si se ignora.
La tarifa eléctrica ha ido cambiando desde el 1 de junio, por lo que hay tres ventanas de tiempo y dos poderes contractuales diferentes. Con estos cambios, el precio de la factura puede subir o bajar según la tarifa actual, pero además de elegir el plan más adecuado para tu vivienda, también debes considerar cuestiones básicas para gastar menos.
Los electrodomésticos son generalmente la principal fuente de gasto eléctrico, siendo el frigorífico, la lavadora, el horno, el congelador y el lavavajillas los que más consumen para la diversificación y el ahorro energético (IDAE), según un estudio del instituto.
Tanto estos como otros dispositivos electrónicos suelen estar enchufados la mayor parte del día o todo el día, aunque hay algunos que enchufamos pero dejamos apagados, como cafeteras, televisores, ordenadores, una consola, etc. continuarán se utilizan, la respuesta está en el llamado uso fantasma.
Qué es el consumo fantasma y cómo se puede controlar
En varias ocasiones, la factura de la luz conlleva un gasto adicional del que no sabemos de dónde viene. La respuesta está en todos los dispositivos electrónicos que, aunque estén apagados, están enchufados y siguen consumiendo electricidad. Este fenómeno se denomina consumo fantasma, es decir, costes eléctricos de los que no somos conscientes porque no se utilizan y son perfectamente corregibles.
Muchos dispositivos electrónicos tienen un transformador, que con dos bobinas se usa para adaptar el voltaje. Si está enchufado, una de las dos bobinas siempre estará encendida y consumiendo energía. Los leds de algunos dispositivos también nos advierten de este consumo, luces que indican que está funcionando, como en el caso de los televisores.
Si queremos ahorrar en esta dirección, es necesario controlar la energía que se consume en reposo en estos dispositivos. Por ejemplo, se pueden instalar temporizadores para apagar automáticamente los dispositivos que no están en uso en determinados momentos del día.
Otra opción es el uso de bandas, con las que puedes ahorrar hasta un 10%. Esto permite enchufar y apagar dispositivos que son similares en términos de uso con solo presionar un botón, evitando que consuman electricidad cuando están inactivos. Las ofertas especiales se venden con un eliminador de standby, que detecta cuando tienen bajo consumo y no las estamos usando y las desconecta automáticamente.
¿Qué consume cada dispositivo?
Las cafeteras Nespresso, por ejemplo, suelen estar enchufadas todo el día porque en cualquier momento es posible que necesites un café y es más conveniente apagarlas. Bueno, este tipo de dispositivos consumen 1 vatio por hora.
En el caso de una computadora de escritorio, solo por estar conectada a la red eléctrica, consume 2.8 vatios cada hora, si está en standby el costo aumenta a 21.1 y si no lo hace cuando el monitor está apagado, llega a 73.9 Los portátiles con el cargador enchufado consumen 8,9 vatios por hora, y si están en modo de espera alcanzan los 15,7 vatios.
Un cargador de teléfono inteligente no consume casi nada cuando se deja enchufado, alrededor de 0,26 vatios por hora, pero es muy fácil ahorrar dinero desenchufándolo. La televisión es uno de los dispositivos que menos energía consume, solo 100 kW, pero el problema es dejarlos enchufados durante un uso prolongado. Y finalmente, si las consolas están apagadas consumen 1 vatio por hora, pero encendidas o en reposo pasa a 23,3 vatios.